
Flores comestibles chiapanecas: identidad gastronómica
Estudiante de la UNICACH rescata recetas con flores
Suceso Chiapas
En un esfuerzo por preservar las raíces culturales y gastronómicas de Chiapas, Valeria Mangas Cardoza, estudiante de la Licenciatura en Gastronomía de la Universidad Autónoma de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), desarrolla una tesis titulada “Explorando el mundo de las flores comestibles chiapanecas”.
El objetivo de este trabajo, es documentar el uso tradicional de flores comestibles en la gastronomía local, recopilando información científica, taxonómica y nutricional. El consumo de estas flores ha disminuido con el tiempo, a pesar de su origen ancestral y profundo valor cultural.
Valeria explica que muchas de estas flores están siendo desaprovechadas, debido a la desinformación sobre su preparación. Ejemplo de ello, son las flores de cuchunuc, de izote o yuca, y de pacaya, que a menudo se pierden por no conocerse la manera adecuada de cocinarlas, eliminar su amargor en algunos casos y aprovechar sus beneficios nutritivos.
“Es vital no perder estos ingredientes ancestrales que nos definen como chapanecos y mexicanos”, subraya Valeria. Según su análisis, la globalización y las nuevas tendencias culinarias han desplazado estas prácticas tradicionales.
A diferencia de otros alimentos, las flores no contienen hormonas que sí están presentes en las carnes, lo que representa una ventaja para quienes buscan opciones más naturales y sustentables. Además, aportan aminoácidos, antioxidantes y muchos otros beneficios para el sistema inmunológico.
El asesor de tesis de Mangas Cardoza es Jesús Alberto Saldaña Argüello, quien, junto a Jorge Alberto Esponda Pérez y Sergio Mario Galindo Ramírez, es coautor del libro “Sabor es Chiapas: sus cocinas regionales y sus recursos gastronómicos”.
Este texto, editado por la UNICACH, puede considerarse un antecedente de esta investigación, pues presenta a las flores comestibles entre otros recursos gastronómicos.