Socios del conejo siguen en espera de pago
Suceso Chiapas
De nueva cuenta integrantes y socios del sistema de transporte CONEJOBUS de nueva cuenta marcharon en el capital del estado, con la firme intención de exigir respeto a sus derechos con también exigir se les pague un adeudo que supera los 100 millones de pesos.
En ese sentido Alejandra Chagoya Labra, vocera de los socios afirmó que lamentablemente aun no se ha dado solución a sus peticiones de pago como también a la exigencia de devolución de placas que les permita volver a trabajar en la ruta 1 y 2 de la capital del estado.
Señalaron que siguen con la exigencia de solución, ante la poca sensibilidad del secretario de Movilidad y Transporte Aquiles Espinosa, quien hasta hoy no les ha dado solución ni tampoco se ve exista algún tipo de acción que permita atenderlos.
“Lamentamos mucho que funcionarios como Aquiles Espinosa, sigan en puestos de atención, lo cual genera incertidumbre, miedo y un panorama en perjuicio de la población misma, un claro ejemplo somos nosotros que no hemos sido atendidos”, mencionó.
Mencionó que la deuda actual considerado el mes de enero de este 2023 a 37 meses sin que les paguen lo correspondiente a sus placas, que hay que recordar se les solicitó para poder ingresar al denominado ConejoBus, expresaron.
La deuda a la fecha es de por lo menos 121 millones de pesos,
“Los socios del Conejo Bus estamos vigentes, no se ha resuelto nuestro problema, no se nos ha atendido, no se nos han entregado nuestras placas para poder trabajar en la ruta 1 en avenida central y ruta 2 en calle central, de Tuxtla
Gutiérrez, hacemos un llamado a que no se nos siga faltando al respeto y se noes pague”, expresó.
Señaló que son 105 socios, de los cuales son 97 personas físicas y 8 personas morales, lo que conforman las 135 placas que están en juego ante eta situación, señalando también que lamentablemente han sido 29 compañeros que a lo largo de este tiempo de exigir justicia y legalidad.
Mencionó que continuaran con acciones de protesta ante la falta de atención y sensibilidad de las autoridades, ya que el riesgo sigue, puesto que la mayoría de los socios son personas de la tercera edad y es el único sustento con el que cuentan.